Existen diferentes tipos de cascos de seguridad. Estos se clasifican según su nivel de protección, absorción y distribución de la fuerza de cada impacto.
También pueden clasificarse por su resistencia contra el fuego, químicos o el nivel de descarga eléctrica que soportan. Eso ayuda a cumplir con las normativas de seguridad y las medidas adecuadas para la protección de la cabeza.
Si trabajas en el sector industrial, hay muchos cascos de seguridad entre los cuales elegir, hacerlo bien te ayudará a disminuir significativamente el riesgo de sufrir lesiones graves en la cabeza.
Entre las clases de cascos de seguridad más importantes se encuentran las siguientes:
1. Tipo 1
Se utilizan para proteger la cabeza de impactos verticales, es decir, ante la caída de objetos desde arriba. Estos cascos se componen de un casquete rígido y un arnés interior.
Se emplean generalmente en la construcción, almacenes o trabajos a nivel de suelo.
Su mantenimiento es muy fácil de realizar, porque lo puedes hacer con agua tibia y jabón neutro. Eso sí, evita aplicarles productos químicos, adhesivos o gasolina, ya que estas sustancias pueden afectar su calidad.
2. Tipo 2
Estos cascos industriales, además de resguardar la parte superior de tu cabeza, agregan protección a los costados.
Se usan para trabajos en alturas o espacios confinados, ya que en caso de un accidente, el golpe puede venir de múltiples direcciones. Entre las características más importantes de dicho casco está la protección contra impactos gracias a su sistema de suspensión de cuatro puntos.
Además, tienen una correa de barbilla (barboquejo) que te permitirá liberarlo fácilmente y un excelente ajuste. Cuentan con un forro antimicrobiano y puntos de fijación para que incorpores accesorios como lámparas o cámaras.
3. Clase A
Los cascos de obra tipo A te brindan cierta protección contra electricidad y golpes desde arriba. Si en tu lugar de trabajo vas a manipular cables de alto voltaje, te recomendamos elegir otro tipo de casco, ya que la clase A únicamente soporta hasta 2,200 V.
Su funcionamiento es relativamente sencillo, pero muy eficaz: la capa exterior desvía o absorbe la fuerza del impacto, mientras que el revestimiento interior te protege de lesiones en la cabeza y el cerebro.
Recuerda siempre ajustarlo bien para garantizar su óptimo funcionamiento.
4. Clase B
Si en tu trabajo, manipulas grandes corrientes eléctricas, el equipo de protección personal es una opción que debes considerar. Esta categoría, más allá de protegerte contra objetos del entorno, resiste cargas eléctricas de hasta 20,000 V.
Otra ventaja que debes considerar es que se fabrican para resistir al fuego. Según la norma, la llama debe apagarse en menos de 5 segundos después de haber retirado la fuente de flama.
Es una característica estándar que los hace productos muy duraderos.
5. Clase C
Los cascos de clase C están diseñados para ofrecer protección contra impactos, penetración por objetos y alta resistencia a las llamas.
A diferencia de los A y B, no ofrecen protección contra descargas eléctricas, así que deben emplearse solo en áreas con corriente.
Sin embargo, esa característica permite que se puedan fabricar con materiales más ligeros y mejor ventilación. Así brindan mayor comodidad en ambientes calurosos.
6. Clase G (General)
Estos cascos están diseñados para proporcionar protección de la exposición a conductores de bajo voltaje. Te mantendrán seguro en caso de descargas dieléctricas de hasta 2,200 V (fase a tierra).
Conocidos anteriormente como de clase A, estos cascos tienen numerosas aplicaciones en el sector industrial, ya que están hechos para absorber impactos significativos de hasta 5 kN (kilonewton). Gran protección si tomamos en cuenta que su peso oscila entre los 400 g.
Estos cascos tienen una vida útil de 5 años (dependiendo del fabricante), por lo que debes vigilar que su estado sea óptimo en todo momento.
Recuerda cambiarlos si tienen alguna abolladura independientemente del tiempo de uso, ya que esto reduce su efectividad.
7. Clase E (Dieléctrico)
La clasificación E de cascos se utiliza para proteger a los trabajadores que desarrollan sus actividades en entornos de trabajo con alto voltaje, como en subestaciones, mantenimiento industrial o líneas eléctricas.
Están diseñados para disminuir la exposición a conductores de alta tensión, lo cual te brinda una protección dieléctrica de hasta 20,000 V (fase a tierra).
Estos modelos tienen correas ajustables en la barbilla para mantenerlos en su lugar en caso de accidente.
Si además, se combina la clasificación E con el tipo 1 y 2, no solo te protegerá de un impacto que provenga desde arriba, sino que también cuidará los costados de tu cabeza.
8. De protección pasiva
Están diseñados para ofrecer protección pasiva, es decir, actúan automáticamente para minimizar lesiones en caso de impacto.
Esta protección se logra mediante elementos integrados como la forma del casco y los materiales utilizados en su fabricación.
La carcasa externa, generalmente hecha de policarbonato o polietileno de alta densidad, resiste la penetración de objetos, mientras que el acolchado interior absorbe y distribuye la fuerza del impacto, lo que reduce el riesgo de lesiones craneales.
9. De protección activa
La clasificación de cascos de seguridad con protección activa se refiere a aquellos modelos que integran tecnologías capaces de detectar y responder a condiciones de riesgo en el entorno laboral.
Estos sistemas pueden incluir sensores que monitorean impactos o caídas que activan mecanismos de alerta o protección sin intervención del usuario.
Estas características tecnológicas mejoran significativamente la seguridad y la capacidad de respuesta de los cascos ante situaciones de riesgo.
10. Con viseras y protectores faciales
Los cascos que tienen estos accesorios integrados, mejoran tu visibilidad en numerosos entornos laborales. Pueden fabricarse con materiales tintados o polarizados para protegerte del sol.
Asimismo, te ofrecen sombra para mantener mayor claridad visual. Esto es muy útil en situaciones donde los reflejos son una distracción o un peligro, como la construcción de carreteras o en lugares con superficies metálicas brillantes.
11. Con suspensión de seis puntos
Los seis puntos de estos cascos poseen un diseño anatómico que se ajusta perfectamente a tu cabeza independientemente de la forma que tenga.
Este equipo de protección personal es ideal en ambientes de bajo a moderado riesgo como oficinas industriales, construcciones ligeras, talleres o áreas de mantenimiento general.
12. Con ventilación
Gracias a su ventilación, estos cascos ofrecen mayor comodidad, evitan la acumulación de calor y ayudan a reducir la fatiga.
Gracias a esto, se facilita su uso continuo, incluso en ambientes calurosos, donde dejar de usarlo podría exponerte a riesgos específicos como golpes por objetos en movimiento o caídas por distracción.
Su diseño incluye canales internos de ventilación que se ubican estratégicamente para asegurar que el aire llegue a toda tu cabeza.
13. Con barboquejo
Su principal característica es que cuentan con una cinta o banda que se acopla bajo tu barbilla para mantener el casco en una posición correcta.
Se emplean, sobre todo, en trabajos donde el movimiento constante puede hacer que el casco se desacomode o se caiga.
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